En el contexto de la política fiscal mexicana, el gobierno ha optado por mantener el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en las zonas fronterizas a un nivel reducido del 8% frente al 16% que se aplica en el resto del país. Esta medida, implementada desde 2019, busca incentivar la competitividad y el desarrollo económico en estas regiones estratégicas que tienen una relación comercial directa e intensa con los Estados Unidos.
Impacto Económico del IVA Reducido
Desde su implementación, se ha observado un impulso en la actividad económica de las zonas beneficiadas por esta tasa reducida del IVA. Este gravamen reducido ha permitido a las empresas ubicadas en la frontera norte ofrecer precios más competitivos en comparación con sus contrapartes situadas en otras partes de México. Las autoridades financieras han defendido la continuidad de esta medida al destacar los siguientes beneficios:
- Incremento en la inversión local directa.
- Crecimiento en la generación de empleos formales.
- Mejora en el poder adquisitivo de los consumidores.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las regiones fronterizas experimentaron un crecimiento económico superior al promedio nacional desde la reducción del IVA. Además, se ha notado un aumento en el flujo de turistas que visitan estas áreas, contribuyendo al dinamismo económico regional.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en la región, enfatizó la importancia de esta política afirmando:
“El IVA reducido ha sido fundamental para mantener la competitividad de nuestras empresas y sostener el empleo en la frontera. Sin esta medida, muchas compañías habrían enfrentado mayores dificultades.”
El futuro de esta política no está exento de desafíos, dado que continuamente se evalúa su impacto en los ingresos fiscales nacionales. Sin embargo, el consenso entre empresarios y gobiernos locales parece inclinarse hacia su continuidad, dados los resultados observados hasta ahora.