La aspirante presidencial Claudia Sheinbaum ha planteado un enfoque integral para mejorar la salud pública en México. Recientemente, sugirió aumentar los impuestos sobre productos como cigarros, refrescos y pan dulce. Estos productos, conocidos por sus efectos negativos en la salud, son consumidos en grandes cantidades por la población mexicana.
Aumentar impuestos para mejorar la salud pública
Sheinbaum sostiene que gravar estos bienes no solo podría desincentivar su consumo, sino también generar ingresos adicionales para el gobierno que podrían ser reinvertidos en el sistema de salud. Este tipo de medidas ya se ha implementado en otros países con resultados positivos.
“Es necesario tomar medidas para reducir el consumo de productos que dañan la salud, como los cigarros y refrescos. Con los ingresos generados, podemos fortalecer nuestro sistema de salud y asegurar un mejor futuro para la población”, declaró Sheinbaum.
Los cigarros y refrescos son conocidos por su elevado impacto en enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades cardíacas. El plan de Sheinbaum implica no solo un aumento en los impuestos, sino también campañas educativas para concientizar a la población sobre los riesgos asociados a estos productos.
El aumento propuesto en los impuestos podría generar significativos ingresos adicionales al año. Los datos actuales indican que en México:
- El consumo de refrescos per cápita es uno de los más altos del mundo.
- Aproximadamente el 15% de la población adulta es fumadora.
- El consumo de pan dulce es una tradición arraigada, pero también un factor contribuyente a problemas de salud.
Este enfoque ya ha suscitado diversas opiniones entre expertos y la población. Algunos apoyan la medida como una forma efectiva de mejorar la salud pública, mientras que otros critican la carga económica adicional para los consumidores. No obstante, Sheinbaum argumenta que los beneficios a largo plazo superan los inconvenientes temporales.
Este debate está en sus primeras etapas, y se espera que continúe a lo largo de la campaña presidencial. Este tipo de políticas fiscales podría convertirse en un tema central en las discusiones sobre salud y economía durante este periodo electoral.