El Banco de México (Banxico) ha decidido realizar un nuevo recorte en la tasa de interés, a pesar de que la inflación ha mostrado un reciente repunte. En su más reciente reunión de política monetaria, el banco central determinó reducir la tasa en 25 puntos base, llevándola al 7.25%. Esta decisión puede sorprender a algunos analistas, quienes anticipaban que la institución mantendría la tasa sin cambios debido al aumento en la inflación.
Decisiones en medio de un entorno inflacionario
El entorno económico presenta retos significativos, ya que los precios al consumidor en México mostraron un incremento inesperado. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación interanual se situó en un 4.5% al cierre del último mes fiscal, superando las expectativas del mercado.
En la conferencia de prensa posterior, el gobernador de Banxico señaló:
“Nuestra decisión de reducir la tasa se basa en nuestra perspectiva de mediano plazo, donde anticipamos que la inflación comenzará a retroceder. Consideramos que existen riesgos globales que deben ser atendidos con medidas previsoras para fomentar el crecimiento económico interno.”
Algunas estadísticas destacadas del informe reciente incluyen:
- Inflación interanual al 4.5%.
- Reducción de la tasa de interés a 7.25%.
- Incremento en precios de energéticos y alimentos.
A pesar de la incertidumbre en torno a la inflación, Banxico mantiene su objetivo de lograr una inflación del 3% a mediano plazo, dentro de un rango de variabilidad de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo. Para esto, el banco central seguirá monitoreando tanto el entorno externo como interno, ajustando su política monetaria conforme sea necesario.
Mientras tanto, el sector empresarial y los consumidores permanecen atentos a los futuros movimientos del banco central, pues estos impactan directamente en el costo de los créditos, las inversiones y el poder adquisitivo de los hogares mexicanos.
