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El euro podría caer un 10% por políticas fiscales y tarifarias de EE.UU., advierte Goldman Sachs; volatilidad en mercados aumenta.
Mercado de divisas

Euro podría caer 10% por políticas comerciales de EE.UU.

El banco de inversión Goldman Sachs ha advertido que el euro podría caer un 10% en el contexto económico actual, influenciado por las políticas de comercio y los recortes fiscales impulsados por el expresidente estadounidense Donald Trump. Esta declaración se produce en un momento en que la volatilidad en los mercados de divisas está aumentando, y los inversores están atentos a cómo estas políticas pueden afectar a la economía global.

Impacto de las políticas comerciales y fiscales

Según Goldman Sachs, la combinación de tarifas propuestas y los recortes fiscales podría fortalecer al dólar estadounidense, ejerciendo una presión a la baja significativa sobre el euro. Estas políticas buscan estimular el crecimiento económico en Estados Unidos, pero podrían generar disparidades en los mercados internacionales de divisas.

El banco ha hecho una evaluación detallada de cómo estas dinámicas podrían impactar al euro en el futuro. Básicamente, estas políticas están diseñadas para aumentar la competitividad de Estados Unidos en el mercado global, lo que podría tener efectos secundarios en las monedas de otras regiones. Un dólar más fuerte puede restar valor al euro y otras monedas.

  • Recortes fiscales en EE.UU. pueden atraer capital extranjero, incrementando la demanda del dólar.
  • Tarifas comerciales elevadas pueden proteger a las industrias estadounidenses, fortaleciéndose a costa de economías extranjeras.
  • Este escenario podría llevar a una caída del euro de hasta un 10% frente al dólar.

En palabras de los analistas de Goldman Sachs:

«La política fiscal estadounidense y las posibles tarifas comerciales crean un entorno en el que el fortalecimiento del dólar es probable, poniendo en riesgo la estabilidad del euro y otras monedas que dependen de la salud económica de Europa».

Esta advertencia se suma a las preocupaciones existentes sobre la salud económica de Europa y plantea interrogantes sobre cómo los responsables políticos del continente abordarán estos desafíos monetarios. Los inversores y los líderes económicos deberán estar especialmente atentos a estos desarrollos en los próximos meses, ya que la dinámica global puede cambiar de manera significativa bajo estas influencias.

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