La atracción de inversión extranjera a través del nearshoring representa una oportunidad importante para México. Sin embargo, el país podría enfrentar obstáculos significativos debido a la falta de patentes y a la protección insuficiente de la propiedad intelectual, lo que podría limitar el aprovechamiento completo de esta estrategia.
El reto de las patentes en México
México ha estado en el foco de las empresas que buscan relocalizar su producción más cerca de los Estados Unidos, su principal mercado. Pero para capitalizar esta tendencia, el país necesita fortalecer su marco legal en materia de patentes y propiedad intelectual. Actualmente, México enfrenta varios desafíos en este ámbito:
- Escasez de solicitudes: En comparación con otras economías de tamaño similar, México presenta un número reducido de solicitudes de patentes.
- Procesos lentos: La tramitación de una patente puede tardar varios años, lo que desincentiva a las empresas a registrar innovaciones.
- Débil protección: La aplicación de derechos de propiedad intelectual es deficiente, lo que genera incertidumbre entre los inversionistas extranjeros.
Según expertos, el marco regulatorio mexicano necesita reformas que impulsen la innovación y aseguren que las empresas tengan la seguridad jurídica necesaria para invertir. En palabras de un experto en el tema:
“México debe mejorar su ecosistema de patentes para convertirse en un destino atractivo para el nearshoring. Sin una protección adecuada, las empresas internacionales serán reacias a traer su tecnología y procesos innovadores al país”.
Este llamado a la acción es crucial, ya que la demanda de relocalización de cadenas de suministro debido a factores geopolíticos y la pandemia ha puesto a México en una posición estratégica única. Si el país logra ajustarse a las necesidades de las empresas multinacionales, no solo se beneficiaría de una inversión considerable, sino que también vería un impulso significativo en su capacidad de innovación y desarrollo tecnológico.