La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos podría significar un regreso a las políticas de tensiones comerciales que caracterizaron su primer mandato. Durante su administración previa, Trump impulsó una serie de medidas proteccionistas, como aranceles sobre productos de países como China, lo que generó respuestas en cadena y afectó la relación comercial con varias naciones, incluyendo a México.
Impacto en el comercio internacional
Con el regreso de Trump, los expertos temen una escalada en las guerras comerciales. Su enfoque se centra en priorizar la manufactura estadounidense mediante políticas que podrían ser restrictivas para otros países. México, como vecino y socio comercial clave de Estados Unidos, se encuentra en una posición vulnerable ante cualquier cambio abrupto en la política estadounidense.
En su primer mandato, Trump renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), convirtiéndolo en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque el T-MEC sigue vigente, cualquier alteración en la política de comercio internacional podría influir en este acuerdo y sobre la economía mexicana.
De acuerdo con analistas, las siguientes medidas podrían verse implementadas nuevamente:
- Incremento de aranceles a importaciones de China.
- Restricciones adicionales a la importación de acero y aluminio.
- Incentivos fiscales para el retorno de empresas estadounidenses desde el extranjero.
En términos de estadísticas de impacto económico, el análisis de su administración anterior muestra datos relevantes:
- Un incremento de 25% en aranceles sobre productos chinos.
- Más de 300 mil millones de dólares en bienes impactados.
Los expertos advierten que México necesita prepararse para posibles desafíos futuros. En palabras de un especialista, reflejando las preocupaciones del sector,
“El regreso de Trump podría significar una nueva era de incertidumbre en el comercio internacional para México”.
Ante este panorama, se recomienda que México diversifique sus mercados de exportación y fortalezca su economía interna para contrarrestar posibles impactos negativos derivados de una política exterior estadounidense más volátil y proteccionista.