Ken Griffin, fundador de Citadel, recientemente expresó su preocupación sobre las políticas comerciales del ex presidente Donald Trump, señalando que las tarifas propuestas podrían abrir la puerta al capitalismo clientelista. Durante una conferencia sobre inversiones, Griffin hizo una serie de comentarios sobre cómo estas tarifas podrían impactar la economía estadounidense y mundial.

Preocupaciones sobre las tarifas

Griffin destacó que las tarifas impuestas por Trump podrían crear un ambiente en donde las empresas que tengan conexiones políticas podrían beneficiarse injustamente, mientras que otras enfrentan desafíos significativos. Según Griffin, este tipo de ambiente podría distorsionar la competencia justa y afectar el crecimiento económico a largo plazo.

En su disertación, Griffin afirmó:

“Las tarifas son un impuesto a los consumidores y una subvención para los competidores nacionales ineficientes. Esto podría llevarnos a un sistema donde el éxito depende más de las conexiones políticas que de la competencia en el mercado.”

Griffin también señaló que las tarifas podrían tener las siguientes consecuencias económicas:

• Aumento de costos para los consumidores debido a precios más altos en productos importados.
• Riesgo de represalias comerciales de otros países, lo que podría afectar las exportaciones estadounidenses.
• Distorsiones en el mercado que impiden el crecimiento de empresas innovadoras y eficientes que no tienen acceso a conexiones políticas.

El magnate también sugirió que, en lugar de imponer tarifas, sería más beneficioso para la economía buscar métodos de cooperación internacional que fomenten el libre comercio. Comentó que las políticas comerciales deben enfocarse en abrir mercados, fomentar la competencia y evitar medidas proteccionistas que pueden resultar perjudiciales a largo plazo.

Griffin concluyó con un llamado a la política económica basada en principios de libre mercado, subrayando que este enfoque es esencial para asegurar un crecimiento sostenible y equitativo en la economía global. La necesidad de una política basada en la competencia justa y no en el favoritismo político fue destacada como crucial para el desarrollo económico en las próximas décadas.