Después de cuatro meses de caídas consecutivas, los mercados globales experimentaron un repunte notable en el último mes, registrando su primera ganancia mensual en este período. Este incremento se debió principalmente a los positivos resultados corporativos y al alivio de algunas tensiones en torno a las políticas monetarias.

Factores que impulsaron el alza del mercado

En gran medida, las expectativas de que los bancos centrales puedan moderar su agresiva postura sobre el aumento de tasas de interés contribuyeron al optimismo del mercado. Las declaraciones de algunos funcionarios sugirieron una posible flexibilidad en las medidas, lo que proporcionó un cierto alivio a los inversores.

Un analista financiero destacado mencionó:

“La menor incertidumbre en torno a las políticas monetarias ha permitido a los inversores centrarse más en los fundamentos empresariales y los resultados financieros positivos de las compañías”.

• El índice S&P 500 subió un 5% en el último mes.
• El índice MSCI de mercados emergentes registró un aumento del 4.7%.
• El índice compuesto Nasdaq logró una ganancia de 6.1%.

El crecimiento en los mercados emergentes fue particularmente notable debido a los avances en Asia, donde las economías mostraron signos de estabilización después de períodos de incertidumbre impulsada por la pandemia y las políticas comerciales internacionales.

Por otro lado, las empresas de tecnología en Estados Unidos reportaron ganancias mayores a las esperadas, lo que contribuyó significativamente al repunte del índice Nasdaq. Estas empresas han demostrado resiliencia a pesar de las presiones inflacionarias y las interrupciones en la cadena de suministro.

Además, el precio de los commodities experimentó fluctuaciones, aunque en conjunto mostró una tendencia al alza. El petróleo, por ejemplo, registró ganancias después de una fuerte demanda impulsada por la recuperación económica a nivel mundial.

La combinación de estos elementos sugiere que, al menos a corto plazo, los mercados pueden continuar encontrando apoyo en los resultados económicos alentadores y en una posible moderación de las políticas monetarias.