La economía mexicana registró una caída en agosto, según reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta disminución fue atribuida principalmente al descenso en las actividades primarias, que incluyen la agricultura, ganadería, pesca y silvicultura. Esta desaceleración es vista como un reflejo de los impactos climáticos y las presiones comerciales internacionales que han afectado al país en los últimos meses.
Desglose de los datos económicos
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) mostró una reducción en varias áreas, siendo las actividades primarias las que registraron el mayor impacto. Las estadísticas presentadas por el INEGI detallaron que:
- Las actividades primarias disminuyeron un 5.3% en comparación con el mismo mes del año anterior.
- Las actividades secundarias, que incluyen la industria y minería, mostraron un leve incremento del 0.7%.
- Las actividades terciarias, como el comercio y servicios, crecieron un 1.2%.
Este descenso en el sector primario se debe en parte a las condiciones climáticas extremas que han afectado las cosechas y la reducción de demanda en los mercados internacionales. Además, las reformas en políticas energéticas y comerciales han añadido complejidad al panorama económico del país.
El presidente del INEGI subrayó la importancia de estos datos para entender los desafíos que enfrenta el país. En sus palabras:
“Es crucial que el gobierno y las empresas privadas trabajen en estrategias conjuntas para mitigar los efectos de estas variables externas. La coordinación y el enfoque en políticas sostenibles son fundamentales para impulsar el crecimiento económico.”
A pesar de la caída en las actividades primarias, hay señales positivas en otros sectores, lo que sugiere una posible recuperación en los próximos meses si las condiciones permiten mayor estabilidad. Los expertos económicos instan al gobierno y al sector privado a seguir implementando medidas que fomenten la resiliencia y diversificación de la economía mexicana.