Durante un reciente evento con líderes empresariales, Claudia Sheinbaum, destacada figura política mexicana, aseguró que el déficit fiscal de México no superará el 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024. Según Sheinbaum, el gobierno está comprometido con mantener una disciplina fiscal responsable, pese a los retos económicos que enfrenta el país.
Compromiso con la Estabilidad Fiscal
Sheinbaum enfatizó que el objetivo del gobierno es garantizar una estabilidad fiscal que permita a México continuar su crecimiento económico. Afirmó que se están realizando esfuerzos significativos para evitar un aumento desmesurado del déficit, mediante la implementación de políticas públicas orientadas a la eficiencia y la optimización del gasto. En sus palabras:
“Estamos trabajando para mantener el déficit por debajo del 6% del PIB a través de una gestión responsable de nuestras finanzas públicas.”
Existen diversas consideraciones que sustentan este enfoque, las cuales han sido comunicadas a los sectores económicos del país. Los principales puntos incluyen:
- Control en el gasto público para evitar excesos y optimizar inversiones.
- Revisión y ajuste de las políticas fiscales para aumentar los ingresos sin afectar negativamente al sector privado.
- Fomento de la transparencia y eficiencia en los proyectos financiados por el gobierno.
El marco económico para 2024 también contempla el fortalecimiento de sectores estratégicos que puedan generar un impacto positivo en la economía nacional. Sheinbaum insistió en que se está priorizando el crecimiento sostenible, de modo que se apoye a las pequeñas y medianas empresas, al mismo tiempo que se atrae inversión extranjera directa.
Adicionalmente, los analistas señalan que México está en una posición más ventajosa comparado con otros países de la región, gracias a su tamaño de mercado y acuerdos comerciales. Este contexto es esencial para evitar que un déficit más alto limite las posibilidades de crecimiento a mediano plazo. La intención declarada del gobierno debe complementarse con una implementación efectiva de sus políticas, para asegurar que los objetivos fiscales se cumplan de manera ordenada.