La Administración de Donald Trump ha impulsado medidas significativas para relajar las políticas de capital de los bancos en Estados Unidos, un cambio que promete beneficios para el sector financiero, pero que ha suscitado también críticas sobre el riesgo potencial para el sistema. Estas medidas, promovidas por las autoridades reguladoras, tienen como objetivo proporcionar flexibilidad adicional a los bancos para manejar sus operaciones y capital, lo que podría resultar en un aumento en sus beneficios.

Principales Cambios en las Políticas de Capital

Las medidas propuestas permitirían a los bancos mantener menores reservas de capital, argumentando que el sistema financiero se ha fortalecido desde la crisis de 2008 y que las reglas estrictas actuales pueden ser relajadas de manera segura. Los cambios incluyen:

• Reducción de los requisitos de capital para ciertos bancos.
• Modificación en los criterios de evaluación de riesgos.
• Flexibilidad en la aplicación de normas de liquidez.

Estas reformas han sido bien recibidas por muchas instituciones bancarias, quienes aseguran que les permitirá aumentar su capacidad de préstamo e impulsar el crecimiento económico. Sin embargo, algunas voces críticas advierten que estos movimientos podrían restablecer condiciones de riesgo similares a las que antecedieron a la crisis financiera que afectó al mundo a finales de la década pasada.

Nos encontramos en un punto en el que podemos permitirnos estas flexibilidades sin comprometer la estabilidad financiera

, expresaron desde el Departamento del Tesoro, justificando las nuevas disposiciones. A pesar del optimismo, la posibilidad de que estas medidas conduzcan a un auge en la especulación y al aumento de riesgos sistémicos no pasa desapercibida.

Activistas y algunos legisladores han destacado que la estricta regulación post-crisis había sido crucial para evitar futuros colapsos financieros, por lo que consideran esta relajación como un retroceso peligroso. Se espera que las discusiones en torno a estas políticas se intensifiquen a medida que los bancos comiencen a implementar las nuevas regulaciones, vigilados de cerca tanto por defensores como por críticos del sistema financiero.